31 de julio de 2011

Uno,dos,tres... así hasta quince

Hoy debería ser el día en el que hiciese la maleta, la llenara de ropa cómoda, unos tennis, una linterna, bikinis, cantimplora, toallas y todo eso. Hoy debería de irme pronto a la cama para mañana levantarme a las 4:30 para llegar a tiempo a coger el avión, llegar a Madrid y coger una guagua que después de poco más de dos horas me llevase a Casavieja. Hoy debería tener el estómago cerrado de la ilusión, debería tener la sonrisa más grande del mundo por solo pensar que mañana le veo.
Mañana, uno de agosto, será... ¿un día más? cómo ha podido pasar. Por qué hace un mes sólo quería que llegase ese día y ahora lo odio, por qué se me rayan los ojos, por qué esperar un año no es suficiente.
Todo ha cambiado en muy poco tiempo, todo es distinto, esta es otra realidad. Parece mentira, yendo seis años a ese lugar, nunca con la emoción de este año, y ahora no puedo.
Hoy, mañana, pasado y así hasta el quince. Quince días maravillosos que no se van a repetir jamás, maravillosas personas a las que no volveré a ver. No me cabe en la cabeza.
Qué bonito fue mientras duró. Supongo que en este momento se cierra una etapa de mi vida, supongo que esto lo cambia todo, supongo que ahora toca ver todo aquello como un bonito recuerdo, un simple bonito recuerdo. Llegó el momento de decir adiós.
post data: te esperaré, solo a ti.

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