Agosto, querido agosto, amado agosto, soñado agosto, esperado agosto, ansioso agosto. Esa primera quincena, esa sensación de plenitud que me invade por dentro, esa sonrisa idiota al llegar, ese reencuentro tan esperado, esos abrazos y lágrimas de alegría. Amado agosto, ¿dónde te escondes el resto del año? ¿por qué en esa fecha es en el único momento en el que soy realmente feliz? ¿por qué yo, una chica de ciudad, sueña con perderme en la Sierra de Gredos? Puede que lo importante no sea el lugar o la fecha; sino las personas a las que tengo allí, los VERDADEROS amigos, mi verdadero amor, mi verdadera pequeñaja; Sí seguramente será eso. Será que el 15 de agosto no lloro por irme sino por dejarles, será que no son simplemente amigos sino que son mi familia. Seguramente no es simplemente por ellos, sino por lo que vivo con ellos; el vínculo que se crea entre nosotros al dormir juntos, comer juntos; somos un todo.
No queda nada-
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